Las rosas

Intente ver la entraña de una flor,

busque con ansia su olor.

Al asir sentí, como de mis manos fluía,

un fuego abrasador.

Qué es esto que me duele y

al mismo tiempo me quema.

Qué tiene entre sus tallos,

que lo sólido en liquido altera.

Desmañado inquiero,

la respuesta a tal alquimia,

pero réplica no alcanzo y

perturbado separo de mi la vida.

¿Por qué?, busque la causa.

Pobre de ti corazón,

fuiste a fijarte en una rosa

y las rosas así son.

Sueños rotos

Desván de los sueños rotos,

perdía en un rincón

llenita polvo de estrellas,

esta mi guitarra y yo.

Cuantas notas latiendo

en una melodía olvidada,

un silencio que suena

en medio de la madrugada.

Un secreto al viento

que su rasgueo guarda,

con la esperanza que el tiempo

su dolor curara.

Como duele escuchar tu voz

sin mas amparo que la soledad,

duele escuchar tu espalda

cuando mis manos te hablan.

Susurro de dioses muertos

resucitando al alba,

cuando la vida empieza

y los sueños se acaban.

Dime la verdad guitarra

si el sonido es lento,

si puedo coger de un salto

tu armonía, tu misterio.

Llenas el aire de alegría y llanto

suscitas la vida de los sueños,

lágrimas hidratan los pensamientos

que vuelan al compás del viento.

Sueños rotos de melancolía

una rosa para empezar la noche,

un beso para acabar el día

y vuelve a amanecer la vida.

La luna negra

Sigo siendo tu,

sigo respirando

tu aliento mojado,

que inunda mi alma

hasta asfixiarla.

No te veo

y estas presente,

todo es oscuro

nada crece,

sigo siendo tu.

Atisbo y no

siento el encuentro,

sin amor siendo,

mìrame...como la

vida trae el recuerdo.

Evocaba a ti

y venias destruyendo,

ganaba la oscuridad

a la luz,

medraba el silencio.

Lentamente te vas,

yo me quedo,

es que anhelo

seguir siendo tu,

mi luna negra.