
Intente ver la entraña de una flor,
busque con ansia su olor.
Al asir sentí, como de mis manos fluía,
un fuego abrasador.
Qué es esto que me duele y
al mismo tiempo me quema.
Qué tiene entre sus tallos,
que lo sólido en liquido altera.
Desmañado inquiero,
la respuesta a tal alquimia,
pero réplica no alcanzo y
perturbado separo de mi la vida.
¿Por qué?, busque la causa.
Pobre de ti corazón,
fuiste a fijarte en una rosa
y las rosas así son.
Sólo me pregunto porqué Domingo dejó de escribir.¿Qué le habrá hecho la poesía?, ¿O es que en ella ya no confía?
ResponderEliminar¿O Domingo se habrá retirado a sus cuarteles de invierno a rumiar pensamientos?
Ánimo, Domingo, te estamos esperando.
Hola Lucas, he vuelto a escribir un poquito. Espero que os guste. Un saludo y gracias.
Eliminar